En la limpieza general de un centro educativo hay que tener muy en cuenta que la mayor parte de las personas que ocupan el centro son bebés, niños o adolescentes. En todos los casos, son personas con unas defensas que no están desarrolladas y, por lo tanto, son más vulnerables a infecciones y contagios. Por ese motivo, tendremos que extremar las precauciones en las zonas críticas.
Pasamos a recomendar unas normas y procesos de limpieza que esperemos le resulten efectivos.
NORMAS GENERALES
A diferencia de otros sectores, no existen protocolos definidos. Nuestra planificación se hará en función de lo acordado con la empresa o de lo que especifiquen el contrato de servicio o en el pliego de condiciones, si se trata de un centro público.
Nos encontramos con una serie de dependencias comunes a casi todos los centros educativos, con una distribución que puede variar en mayor o menor grado dependiendo de diferentes factores.
ORGANIZACIÓN
Las necesidades de limpieza de cada una de las estancias o dependencias varía en función de su uso y de si es o no zona de paso.
Por ejemplo, las zonas de recreo o de entrada al centro son áreas exteriores que no requieren desinfección debido a que están afectadas por agentes externos contaminantes y resultaría absurda esta tarea de desinfección. Pese a todo, hemos de limpiar estas zonas, y siempre que sea posible, realizar una limpieza húmeda para evitar que el polvo, gas de coches, etc. que hay en el suelo se levante ensuciando más el ambiente.
En la entrada o recepción, el tratamiento del suelo ha de ser especial, ya que es la zona de mayor tránsito de personas, de manera que requerirá mayor dedicación y la utilización de un producto que no deje el pavimento resbaladizo con el fin de evitar posibles accidentes.
En las aulas es fácil encontrarnos con papeles en el suelo, restos de goma de borrar, restos de tizas, pegamentos, etc. El cuidado que se le dé a las pizarras es muy importante; no se debe utilizar nunca productos abrasivos para limpiarlas; lo mejor es usar únicamente una bayeta humedecida en agua y un detergente neutro.
FRECUENCIA
La frecuencia de las operaciones de limpieza y mantenimiento generalmente viene condicionada por las necesidades propias de cada local o actividad. Cada situación es un caso particular.
Así pues, las operaciones de limpieza se pueden clasificar según la frecuencia de aplicación:
- Primera limpieza: Consiste en preparar la superficie después de su colocación. Esta operación previa permitirá su posterior mantenimiento. Ejemplo: final de obras.
- Mantenimiento diario: Cuando se realiza diariamente. Se trata de utilizar aquellas técnicas que se ejecutan de manera rápida. Ejemplo: barrido, fregado, polvo superficial…
- Periódica: Consiste en realizar operaciones que permitan tratar parcialmente aspectos puntuales a fin de obtener un nivel de limpieza compatible con las exigencias de los usuarios.
Esta periodicidad puede ser semanal o quincenal, según el caso, ya que de esta manera se evita la acumulación de suciedad. Pero, de todas maneras, siempre vendrá en el pliego de condiciones cuando se contrata un servicio.
PARVULARIOS Y GUARDERÍAS
En los parvularios y guarderías la limpieza tiene que ser exhaustiva. Se deben utilizar detergentes y desinfectantes que no nos dejen residuos tóxicos.
En estos casos, las frecuencias de limpieza se tienen que acortar y limpiar más a menudo todo lo que ellos tengan a su alcance.